La Paciencia y la Fe - Marzo 2024 [ESP]
- Rodrigo y Katelyn
- 28 mar 2024
- 5 Min. de lectura
Primero, una palabra de aliento
El apóstol Santiago empieza su epístola diciendo que la prueba de nuestra fe produce paciencia. Hace algún tiempo creí entender la relación entre ellas. De hecho, escribí un artículo para una revista al respecto. Una cosa es saberlo, otra cosa es experimentarlo.

La palabra en griego para paciencia tiene dos significados. La primera relacionada con la tolerancia a un tiempo difícil, esto es lo primero en lo que pensamos acerca de la paciencia. Pero la segunda tiene que ver con la firmeza, con resistencia. Nuestra paciencia está directamente relacionada con el conocimiento que tenemos acerca de la persona y la naturaleza de Dios. La habilidad que tenemos de esperar, y no solamente esperar, sino de esperar en una forma en que agrade a Dios, solamente puede estar fundamentado en saber que Él es “bueno y su misericordia perdura para siempre”; en que sus “planes son de bien y no de mal”; en que su “voluntad es buena, agradable y perfecta”; en que “Él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse”…
Los tiempos de espera usualmente no suelen ser agradables porque hemos perdido el sentido de la espera. Esperamos con la sensación que es tiempo perdido. Los cristianos durante siglos practicaron una disciplina espiritual a la que llamaron “Esperar en Dios” o “Esperar a Dios”. En nuestro mundo rápido y movido, mandamos un mensaje al cielo y cuando Dios lo lea, que me responda, mientras tanto voy a seguir adelante con mi vida, tomando mis decisiones para, según nosotros, aprovechar el tiempo. Creo que uno de los objetivos de la espera es llevar a la superficie todas las intenciones de nuestro corazón y medirlas en comparación al corazón de Jesús. Déjenme poner algunos ejemplos.
Primero, la espera nos deja ver que usualmente tenemos ideas para hacer cumplir las promesas de Dios. Ideas humanas, incompatibles con las promesas eternas del Señor. Dios prometió un hijo a Abraham. La promesa tardó 25 años en llegar. Sara y Abraham decidieron darle una “ayudita” a Dios para resolver la situación de su promesa que había tardado. El padre de la fe pareció dudar un poco en la espera y engendró un hijo que luego perseguiría y estaría en constante conflicto con la verdadera promesa de Dios, con la idea original de Dios para la descendencia de Abraham.
Segundo, en la espera nos damos cuenta de nuestros ídolos y de las imágenes falsas que hemos levantado de Dios. El pueblo de Israel dijo: Moisés ya se tardó mucho. Encontraron una solución a la espera, levantaron un ídolo y se dijeron a si mismos: Este es tu dios que te sacó de la tierra de Egipto. La espera hace que nuestra carne levante excusas, ídolos, y nos da las razones por las cuales está bien tenerlos, guardarlos e incluso protegerlos. La respuesta de Aarón a la interrogación de Moisés suena a las excusas de un niño. “junté el oro y lo puse en el fuego y salió este becerro”, como quien junta un cartón de huevos, un poco de harina y de la nada sale un pastel de chocolate.
Tercero, la espera nos revela nuestras expectativas. Israel esperaba un Mesías, terrenal. Un mesías que los liberara de la esclavitud de Roma y fallaron en ver que eran esclavos de un amo mucho peor, más cruel y despiadado, su pecado. Querían ver una batalla librarse para ganar Jerusalén, cuando el Salvador venía a pelear por el jardín de su corazón. Sus expectativas eran las de un Mesías que llegara en caballo blanco, armadura lustrada y aplastando a quienes a sus ojos eran sus enemigos. Nunca hicieron sentido con un carpintero que llamaba a amar a los enemigos, a pagar al César lo que es del César, a dar la túnica y la capa, a perdonar quienes les maldicen. Gritaron: ¡Crucifíquenlo! porque el Mesías prometido no podría estar arrestado por los romanos - Y si en verdad era el Hijo de Dios, ¿Por qué no baja de esa cruz?
Por último, hubieron unos que esperaron en el aposento alto, Con temor y las puertas cerradas, si. Pero con todo su corazón, confiados en que se les había dado una promesa, que en no mucho tiempo serían llenos del Espíritu Santo. Confiados en quien había prometido, “esperando la promesa del Padre”. Estos, a su debido tiempo, recibieron lo esperado. Sin atajos, sin ídolos, sin expectativas humanas, sino con el proceso cumplido, con Jesús en el centro y con el alcance que solamente una idea divina puede tener.
Una actualización en lo que hemos estado haciendo
Hace dos semanas tuvimos la cita con la embajada de España en Guatemala. Dios nos dio mucha gracia con la gente que nos atendió y pudimos completar el procedimiento. Ahora, solamente estamos esperando que ellos nos notifiquen acerca de la resolución y nos den fecha para recoger nuestros pasaportes visados. Este proceso puede durar hasta 90 días. Estamos orando para que sea mucho antes y podamos viajar a España en las próximas semanas.
Durante este tiempo hemos estado desarrollando los proyectos desde Guatemala de la manera más practica y eficiente posible. Hemos tenido reuniones con nuestros contactos en Italia para poner detalles a los próximos pasos, tenemos un grupo de pastores que conocimos vía zoom donde hablamos del proyecto y al finalizar accedieron a conocernos y pasar unos días con nosotros para conocer el proyecto a detalle. Las fechas están por confirmarse, dependen de nuestros visados y la disponibilidad que de nuestros traductores.
Este mes estuvimos compartiendo el estudio Bíblico de nuestra iglesia local. Nuestro tema fue el Libro de Salmos. Durante estas sesiones enseñamos el libro de Salmos en su contexto, abordamos las formas correctas de interpretación de este libro y navegamos en los diferentes tipos de salmos y su aplicación práctica para la vida Cristiana en nuestros días. La belleza de este libro y lo que nos enseña acerca de la oración y la adoración ha traído animo a nuestras vidas en las últimas semanas. Terminamos este estudio con una noche de alabanza y oración donde disfrutamos de la presencia del Señor con nosotros.
Estamos preparando un entrenamiento de Harvesters para el grupo de pastores con el que estamos trabajando en la segunda semana de Abril. Debido a los retrasos con la visa, lo haremos de forma online, en lugar de hacerlo presencial. Este será un entrenamiento de 9 horas con un enfoque en el discipulado y en hacer discípulos. Aunque nos hubiera gustado más hacerlo en persona, sabemos las herramientas de la tecnología nos permiten seguir el trabajo y por lo tanto las vamos a aprovechar al máximo.
Algunas peticiones de oración:
Primero, para que la resolución de nuestra visa suceda pronto y podamos viajar a España. También pedimos que nos ayuden a orar para que podamos conseguir un apartamento/casa rápido una vez lleguemos a Almería. Otra de las necesidades que tenemos es un automóvil una vez lleguemos a España, el mercado más caro que el de Guatemala, es por eso que al vender nuestros carros en Guatemala aún no tenemos lo suficiente para comprar uno en España. Por último, pedimos su oración por los entrenamientos de la segunda semana de Abril; rogamos por la presencia del Señor en las actividades y la obra del Espíritu capacitando a cada pastor en la obra del ministerio.
Creemos que Fiel es quien nos llamó, y que Él sabrá suplir todas nuestras necesidades conforme a sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús. Gracias por ser parte de lo que Dios hace en nosotros y a través de nosotros.
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